Hoy siento que se acaban las cosas. Nunca participé de ningún partido, nunca fui partidario de esto más que cuando llamaban a votar por lo menos malo, pero igual me dio pena. De verdad no quería, pero esa coalición de centro que se llama Concertación realmente era lo menos malo. Seamos sinceros de izquierda no le queda nada, ha entregado por medio del poder político el poder económico a empresarios de derecha o de su propia coalición. Se olvidaron de las personas hace rato, si no fuera por ME-O nunca hubieran querido el voto voluntario y la inscripción automática. Son un grupo de gente que sale del poder, pero que hizo todo lo posible por perpetuarse en él: des-educó a la gente, Les dió migajas a los más izquierditas para que cerraran la boca y acható a los descendientes de los que los eligieron el 90'. A pesar de ser un gobierno que solamente siguió la linea y administró para si lo que se escribió con sangre, a la fuerza y entre cuatro paredes -nuestra constitución-, igualmente no puede dejar de darme pena que se acabe un gobierno de aquellos que en algún minuto lucharon. Para desde mañana que comience un gobierno de los que nunca lucharon para cambiar nada en un país oligarca desde su raíz -como lo es Chile-. Me da pena por la gente que seguirá formándose para subsistir y no para vivir. La gente que seguirá creyendo que la libertad es poder elegir entre las marcas de las leches de un supermercado. Me da pena el trabajador que tiene la certeza falsa que el gobierno del patrón del fundo lo va a tener mejor que el gobierno de los peones para los peones. Y seguirá labrando la tierra, día y noche sin la posible esperanza que sus electos gobernadores puedan ofrecerle igualdad de verdad.
Solo eso.
Una vez dije en mi casa: Ojalá que el presidente electo sea como se tiene que ser. Más Estado para la gente, porque el mercado no va a repartir las cosas equitativamente...
Pero eso no va a pasar...
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