martes, 26 de febrero de 2008

Pájaros en la Cabeza


"Pájaros en la cabeza y soñar, que aún contaré relámpagos contigo"
Ismael Serrano

Con verdades, con mentiras, con caricias, con desprecios, con cercanía, con lejanía, con cariños, con odios, con palabras, con silencios, le metió uno a uno los huevos de codornices, alondras, golondrinas, canarios. Todos le cantaban al mismo tiempo canciones distintas, a silbidos, a recuerdos, a experiencias. Y le cantaban de día, de noche, de tarde, de madrugada, ebrio, sobrio, drogado, con sueño, con caña. Y él las cantaba con alegría, con pena, con nostalgia, con rabia. Le cantaron a los 15, cuando la conoció. A los 20, cuando la recordó con tequila. A los 30, cuando se casó. A los 60 cuando se fué al sur a vivir. A los 80, cuando murió. Y si se ponía la oreja en el ataúd uno, dos o tres días después de muerto, De noche, de tarde o de mañana, aún se oían las melodías que él siempre escuchó. Diez, veinte, treinta, cuarenta años después, nadie supo explicar los cantos de los pájaros en el patio uno, dos y tres del perdido cementerio de la perdida isla Quinchao en Chiloé.

1 comentario:

Carpe diem dijo...

Chiquillo...creo que tus cuentos van más allá... es increíble como cobran sentido...que bueno que permitieras hacer comentarios, ya que de verdad es simpre un agrado..leerte.
Cariños!!!!
Lore