domingo, 3 de julio de 2011

Cómo pasó está nóché

Pensemos en un mañana alegre, donde todos como hermanos salgamos corriendo a abrazarnos, en un mañana por latinoamérica, en un sólo vínculo de amor y hermandad. Poder pasear por nuestros países con la mochila al hombro, compartiendo el pan, el vino y la lengua. Como herederos de la patria inmensa de latinoamérica, reconociendonos como hermanos en la diferencia. Que los extranjeros nos tilden con la inconsciencia de lo ajeno, que nuestra cadencia los enloquezca hasta el rechazo. Nosotros los que habitamos esta tierra, somos los diferentes a cualquier teoría de lo de afuera. Y a fuerza de nacimientos, luchas, muertes o independencia, alcancemos las ganas de valernos, con la misma idea de conciencia. Un mañana que nos permita lidiar con el desprecio de afuera, y nos vuelva reales y verdaderos, porque eso somos, como somos, hermandad

----------
Enviado vía Nokia Email

2 comentarios:

Té. dijo...

Hace un rato me acordé de la existencia del blog y me bajó la nostalgia así que, además de escribir algo, me puse a leer publicaciones anteriores y los comentarios.
Ahí apareciste tú.
En ese tiempo tenía 16, han pasado tres años y ahora que te leo pienso en cómo me gustaría vivir en un entorno tan simple -pero no menos complejo- como el que describes.
Qué ganas de que, al menos por un rato, el de al lado pueda concebir ciertas cosas como uno las ve; qué ganas de ir a un parque y sentarse en una banca con un desconocido al lado y conversarle como si lo conociese de toda la vida.
qué ganas de hacer cosas, porque sí. porque tengo ganas y porque si no las hago en el momento, luego puede ser tarde.

Un abrazo.

Cata Banana dijo...

oh.