domingo, 2 de noviembre de 2008

Grillo


No se cuando me empecé a volver bicho, pero pasó. Un par de alas pequeñas me salieron por la espalda una mañana de primavera y supe que estaba listo. El hambre abundaba en mi casa, y yo no sabía ganarme la vida. Cuando salté del suelo al techo y vi mis patas espinudas, me pude apreciar como nadie, sonreí en mi traquea husmeadora. Ojos Verdes, cuerpo de durezas, órganos blandos, sangre verde. Era como nadie, eso está claro, pero me acepté. Soy un Grillo que todos quieren ver ahora, cosa que me deja descolocado, pues mientras mutaba, envuelto en el silencio y la penumbra de mi pieza de madera, nadie supo de mi nombre. Hoy rubias y morenas se lanzan a mis 6 patas como sacrificio, soy como un dios, entro gratis a cualquier antro barato, camino por las noches, juego billar con mis salivantes momentos de lucidez humana, vivo como un insecto inserto en esta sociedad humana, aunque murmullen cuando me ven venir, sigo siendo un grillo famoso.

No hay comentarios: