viernes, 8 de agosto de 2008

El castellano

Tengo la lengua bien puesta. Los oidos acostumbrados. He caminado por muchas partes del mundo Castellano y siempre me siento en casa. Afuera quedan los demonios como focas, afuera de mí quedan los entendimientos más allá de las papilas, las que saben bailar éste idioma y no otro. Traiganme manjares de cualquier lugar del mundo, para comerlos todos con mi paladar auditivo, saborearlos haciendo vibrar martillo, yunque y estribo. Que salgan los dragones, no importa el acento, pero que sean orgullosos de ser dragones de éste nido, donde hablamos como dragones y nos entendemos como dragones. Tenemos los látigos labiales hechos para sacarle placer a la métrica y la metáfora. Nadie nos igualará porque llevamos las de ganar, porque nacimos hablando lo que otros quieren interpretar, podemos decir ser y estar, eso ya nos ha dejado lejos...

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