martes, 22 de julio de 2008

Riendo para no Llorar

Se me apareció como siempre ocurre, ex nhilo. Se sentó tocándose el bigote. Le pregunté que cómo había andado la semana, me contestó que no existían espíritus más entretenidos que los libres, pero que a veces lo aburría. La verdad me los sopechaba, pero a nadie le he contado aquello. Poco o nada me queda de vida en éste mundo, otros se encargan de la administración de los sueños, visitan a los hombres, y éste que viene a vereme, al mundo de los espíritus libres, me hace sentir frenético, es que nadie había trepado hasta acá, es la manera que tiene de borrar con una esponja la linea q divide el cielo de la tierra, él inventó beberse el mar. Y ahi hablabamos, sueltos en el jardín de mi casa imaginaria, con las purtas imaginarias abiertas de par en par, con la comida imaginaria, sueltos, él y yo tal para cual, ambos sabíamos que no había nada que sustentara la vida, entonces decidimos reir, reir con alcohol, dionisiacamente, como se aman dos animales que se escuchan ladrar, "riendo para no llorar..."

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