lunes, 16 de junio de 2008

La enredadera



Partidos como en el cuento platónico nos arrojamos a la búsqueda de lo que nos fue negado. Y ahí apareció, estaba repartida en la vida mundana, pero fue cosa de verla y saber que me pertenecía. Era una enredadera de pelo oscuro y ondulado, educada para reina, la más alta, la más bella y me la aduñé sin permiso, como practiqué día a día para llegar a hoy. Es que ella haría juego con todos, y todos lo advierten, pero nadie la regará como yo podría hacerlo. La riego de cuentos, de cosas feas o lindas, de mí, por eso nadie la puede regar así. Ella ha leido, se ha hecho grande, le salen hojas blancas de la cara y las manos, y yo las escribo, las marco con el lápiz de mi silencio. Me toma y me lleva a su palacio, acá no importa nada, acá somos los dos y le creo. Nada tiene de especial saber nadar a mí edad, pero que nades, como nadas, a la tuya, eso es especial para mí. Me asusta terriblemente verte y verme hablando así, como sabiendo q lloverá mañana y que pasado habrá sol, me da miedo mi certeza de saber donde voy a llegar, pero no de como llegar allá.La he hecho cantar, escuchar, callar y hablar. La he puesto a bailar en mis palabras. Y si llora, la abrazo, y si quiere irse, la cuido, le guiso un par de versos en el armario y se los doy de comer. Y hablamos y hablamos y hablamos, la esucho y me escucha, eternamente, no se como se mantiene en pié, la verdad soy a veces un vendaval de ira o de pasión, pero ella me resiste y eso la hace especial. Por eso es un templo en el fondo del mar, he puesto un océano para que nadie llegue allá sin mi consentimiento, elegí hundirme en ella, porque no podría caer hacia otro lado conociendola

1 comentario:

dealgunamanera dijo...

y así fue...
cada vez que escucho esa canción me acuerdo de ti... que extraño no?
y quizás de quien te acuerdas tu...
y la verdad
nada tiene de especial saber nadar a mi edad...