Hoy todo parte del final del camino. La verdad desde el comienzo de uno nuevo. Fué un buen viaje el que hasta acá he hecho, pero si no vuelvo a partir luego será la nostalgia la que arribará más fuertemente que una sonrisa. Por eso con una combinación poco magistral de recuentos, fotos y profecías vuelvo a mi ejercicio espiritual. Los barcos se van, y vienen acá, disfrutan la orilla y luego se van... Ahí voy, una vez más.
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